´

´

Sega - Rocket Knight 2

Sparkster vuelve una vez más en otro juego producido por Konami en el año 1994, presentando un diseño más maduro del personaje, unos niveles más largos y unos enemigos nuevos. Pero si te preguntás si vale la pena jugar a este juego al igual que su antecesor, agarrá tu cohete y ponelo en piloto automático.





El personaje
Sparkster sigue siendo atractivo como en su primer aparición. Sin embargo, su diseño, su física, sus acciones, su caminar, su manera de atacar y saltar sufrieron un importante cambio. Los programadores decidieron hacerlo más serio, más maduro.
Dentro de un aspecto positivo de esta madurez, el personaje parece más enfocado a la acción y a su gravedad (en su primer aventura sonreia todo el tiempo, dándole una apariencia algo infantil y aunque podía ser un punto negativo para muchos, para mi constituyó un clásico y no encontré muy bién este cambio)
El ataque con la espada ya no lanza rayos de energía y eliminaron la recarga del cohete con el botón. Esta vez el cohete se recarga solo y dispone de dos barras, siendo la última una carga poderosa. Esto se debe a que en el juego enfocaron las acciones y los niveles para que se use todavía más esta habilidad de Sparkster.
El personaje continúa respondiendo bién a los controles, aunque el juego se ve afectado por ser un poco más largo en sus niveles y por consecuencia más aburrido. Explota hasta el cansancio el potencial del protagonista sin la variedad que caracterizaba al primero. El personaje aquí no vuela en un nivel entero, ni nada. Solo lucha hasta el final.
En cuanto a su diseño, es un poco más pequeño que en el anterior, presenta una menor definición gráfica ( el primer juego era más nitido) y me molestó encontrarme con el salto hacia atrás cuando un enemigo le da de lleno a Sparkster, por lo que muchas fueron las vidas perdidas por este odioso sistema de daños.

Una historia que se repite
Las tierras de Elhorn son atacadas nuevamente, pero esta vez por el imperio de lagartos Gedol. Axel Gear ( un miembro de Rocket Knights ahora malo) se une a ellos y secuestra a la princesa Cherry. Una historia que es basicamente la misma que en el primer juego ( todavía menos elaborada) y un protagonista que vuelta debe recurrir a su espada y cohete para cumplir sus objetivos. Podrido, Sparkster partió a otra galaxia y no se supo más nada de el ( es broma, es broma)
Presenta un detalle que no tiene el otro juego, y es que Sparkster consiguiendo las 7 espadas de poder, enfrenta al último jefe como Sparkster dorado ( onda Goku o Super Sonic). El verdadero final está dentro de estos requisitos.

La variedad viajó a otra galaxia
Llegamos al lado oscuro de la fuerza del cohete. Si el primer juego se caracterizó por su creatividad y variedad dentro de un genero muy bastardeado, su secuela no corrió la misma suerte.
Los niveles no están mal, y el juego sigue siendo divertido, pero lamentablemente lleva el primer juego en sus espaldas y la fama que obtuvo no es positiva para este. Los escenarios pecan de falta de definición. Los fondos son algo apagados y bananeros, y los colores no son tan vivos y agradables.
Solo basta hacer la comparación entre el nivel del campo del primer juego o el nivel de la ciudad chancho con el de la ciudad lagarto. Son penosos, y los fondos del segundo nivel o el tercero o las tristes nubes en el nivel del tren sacan a la luz el poco mimo en su desarrollo.

Los edificios de este juego palidecen ante las estructuras del anterior.

Los enemigos lagartos están bién diseñados y da gusto enfrentarse a ellos y sus inventos ( si, si como los chanchos pero en lagarto), aparecen con vehículos, en paracaidas, volando, y su número es mucho mayor que en la primer aventura. siendo este el punto negativo de Sparkster.
Los niveles son largos y se repiten las estructuras, los enemigos y muchas cosas que jamás hubiesemos esperado. Hay algunos enemigos que mantienen la estructura original, pero no termina por cuajar. El largo y aburrido paseo por el desierto y sus cavernas, el nivel confuso de la nave donde debemos eliminar una tanda de enemigos que mantienen a esta volando y los últimos niveles que son algo frustrantes e insípidos. Salva este escollo el protagonista que continúa siendo agradable de jugar.
Peca además de falta de variedad, no hay niveles de vuelo, de nado, de carritos, solo uno en el que Sparkster maneja un gran robot ( si si, como el primero pero este no es un robot chancho) por la ciudad lagarto en un nivel densísimo y de un control torpe.
Musicas lamentables ( una pena dolorosa teniendo en cuenta las excelentes composiciones del primer juego)

Lagartos de pocos recursos
Hay una buena cantidad de sub-jefes a lo largo del juego que son un poco más creativos y de mejor estructura gráfica que los jefes de fin de nivel. Y como son 6 los niveles, no deja mucho alcance para que la variedad se exprese.
Por poner un ejemplo, en el primer nivel un cilindro gigante nos ataca, por lo que deberemos ir destornillándolo por completo hasta acabar con el. De un modo más original ataca el opíparo lagarto como segundo sub-jefe, al que combatiremos sobre una cama elástica, siendo este uno de los más bonitos enemigos que hay en todo el juego.
Pero al llegar al jefe, encontramos una triste mano mecánica que protege una especie de lampara corazón, sin llegar a ser lo espectacular que cabría. No llega a haber enemigos que asombren por su originalidad o jugabilidad y se repiten algunos con frecuencia en determinados niveles.
El jefe final tiene una característica divertida al transferir su alma al cuerpo de Sparkster, por lo que uno debe atacar a Sparkster desde el cuerpo del jefe, pero es tan difícil este jefe que no es tan disfrutable como debería.
Los jefes son bastantes duros, y cuesta dar con el método para atacarlos sin que estos revienten al personaje. Y algunos de ellos a veces resultan confusos e impredecibles a la hora de atacar y parecen no tener sentido como el lagarto mago del tercer nivel.

Una secuela que acabo por estrellar
Tal vez la culpa del poco éxito del juego la tenga el alto nivel de calidad establecido por el primer Rocket Knight. Uno espera encontrar muchas más novedades pero dolorosamente hay menos. Le falta variedad, belleza visual, algunos grados de diversión, músicas. Es una pena realmente, que lo único que haga a este producto jugable es el alto carisma del personaje. Lo indicado es dejar que se recargue el cohete, presionar el botón y lanzarlo bien alto...directo al sol.

0 comentarios:

Publicar un comentario