
El personaje


A partir de aquí se inician una serie de recuerdos que derivan en tos.
Nuestro protagonista lanza una serie de ráfagas de fuego ( Primera tos:
Snow Bros, los personajes lanzaban rafagas de hielo), cuando una buena cantidad de estas ráfagas impactan sucesivamente en el enemigo, este se convierte en una bola de fuego (Segunda tos: Snow Bros, los enemigos se convertían en una bola de hielo, hecho que tenía sentido por la
cantidad de hielo que le tiraban pero de ahí a una bola de fuego...). Nuestro prota puede agarrar esa bola de fuego y lanzarla hacia otros enemigos, o destruirla contra la pared (Tercera tos, ya saben porque...)


Es una sorpresa, realmente. Arranca el juego, y uno está con todas las ilusiones de jugar un juego que nunca jugó con un personaje fabuloso como es el cuidador, hasta que descubrimos que para acabar con los enemigos hay que hacerlos bola y lanzarlos como el clásico Snow Bros de 1990. Pero al menos estas bolas nos siguen cuando las tocamos ( mmm...bueno si al menos)
Se podría haber pensado en otra manera de atacarlos, tal vez en lugar de hacerse bolas, podrían haberse quemado hasta desintegrarse, algo distinto, más aún teniendo en cuenta lo fantástico que está el personaje.
Fuera del modo de atacar, el personaje responde bién a los controles, y jugarlo es tan divertido como un paseo por Snow Bros ( no tan divertido como este...)
Un cementerio bajo ataque

Se podrían haber incluido algunas imágenes y fotos, para hacer un narrado más atractivo. Son solo unas letras con un fondo triste de un cementerio (La imagen que ven es un armado con sprites que no figura en el juego)
Paseando en la medianoche


El juego ( para quién no se haga todavía la idea de como se juega) nos invita a limpiar de enemigos una pantalla estática, una vez eliminados todos una transición nos lleva a la


Durante nuestra travesía hay potes azules, amarillos y rojos ( no quiero toser más) que nos potencian en fuerza, alcance y rapidez.
Es una pena que solo cuente con 5 niveles y tan pocas pantallas cada uno. El juego se termina demasiado rápido, más de a dos jugadores.
El primer jefe es para ponerse de pie y aplaudirlo. Una grotesca figura gigante con joroba y de una animación soberbia. Da hasta pena tener que matarlo, porque esta muy bueno ver como se mueve en pantalla. El segundo jefe ocupa toda la pantalla,
un cráneo a ruedas de una magnitud abismal que llega a impresionar, es algo dificil además. El tercer jefe, es deprimente un par de demonios que recuerdan al par de pájaros en Snow Bros ( si otra tos) pero estos son sencillos de acabar. El jefe 4 es una especie de esqueleto guerrero de
buén tamaño pero sin llegar a ser tan impresionable y atractivo como los primeros dos. Y el último jefe es un mago normal, cuyo último ataque es la cabeza de una calavera con colmillos y dos manos, bastante decepcionante.


Relaté de este modo los jefes, ya que los primeros fueron los mejores, y
después no hay otro que impacte nuevamente. Y esto supone un punto en contra, porque no dan muchas ganas de recorrer un juego cuyos enemigos finales carecen de atractivo visual.

Finalmente el regalo por tan valerosa demostración de lucha ante zombies,
esqueletos y bichos de dos metros, es otro largo texto que explica que aconteció con el cuidador de tumbas. Lo jocoso del asunto es que mientras leemos los textos, en lugar de mostrar al menos una ilustración del cuidador feliz o un sol, nos ponen los fondos de los niveles que fuimos visitando.

Apaga ese fuego

2 comentarios:
podrias poner las rom de cada juego para poder descargaros. saludos
👍💀
Publicar un comentario